Destinos de ensueño para vuestra luna de miel
El gran día, el día B, el día de la boda, suele pasar muy rápido. Son muchos meses de preparativos y en cosa de un día se termina. A muchas parejas les entristece pensar en que ya ha pasado el día más bonito de sus vidas. Pero, aún queda una de las partes más divertidas de la boda, ¡el viaje de novios!
Es importante que la luna de miel sea acorde a vuestros gustos. No deberíais conformaros con el típico viaje de novios que venden en las agencias de viaje. Si sois aventureros, viajad a un destino de aventura. Si os gusta la cultura, viajad a un destino cultural. Y lo más importante, no os dejéis influir por otros recién casados. Que a ellos les haya encantado su luna de miel no significa que yendo al mismo destino, a vosotros os vaya a gustar.
Hay tantos viajes de novios como parejas y bodas. Vosotros podéis crear la vuestra propia. Desde Ercilla Bodas os dejamos algunas ideas para que podáis ir pensando a qué tipo de destino os gustaría visitar.
Bali: Para los románticos
Templos budistas, playas de ensueño y atardeceres de postal. Bali es todo eso y más. Si queréis deshaceros de los restos del estrés nupcial, este es sin duda vuestro lugar. Es casi imposible no percibir la magia de la isla, ya sea en Gili o con excursiones a Ubud, Goa Gajah y el centro de la isla de Bali.
Maldivas: Para los playeros
Si lo que queréis es simplemente, relajaros, Maldivas es vuestro destino. Playa, playa ¡y más playa! Pasaréis vuestros primeros días de matrimonio tomando el sol y también podréis hacer excursiones a las islas de Gulhi y Maafushi, para que podáis sentir la esencia del país.
Islas Mauricio: Para los deportistas
Isla Mauricio lo tiene todo. Desde playas idílicas hasta actividades para los más activos. Podéis hacer una ruta de senderismo por el Parque Nacional Gargantas del Río Negro o un tour en kayak por la Isla de Ambre. Para terminar, podéis relajaros en las playas de arena blanca y agua turquesa que ofrece este país.
Myanmar: Para los que les guste la historia
La antigua Birmania es exótica y lejana; llena de pagodas, lagos e islas. Podéis visitar el templo Chaukhtatgyi con su inmenso Buda reclinado de 72 metros de largo, las pagodas Botahtaung y Sule, y la carismática Shwedagon Pagoda, en la ciudad de Yangon.
Costa Amalfitana: Para los viajes cortos
Si no tenéis muchos días para viajar, lo mejor es que no salgáis de Europa para no perder tiempo en vuelos largos. Si es así, la Costa Amalfitana es vuestro destino. Pueblos encantadores, playas preciosas y lo mejor de todo: pizza. Si os queda la morriña de ir a una isla, podéis hacer una excursión a las Islas de Capri y Sorrento.
Islas griegas: Para los fiesteros
¿No tenéis tiempo para viajar pero no os convence la Costa Amalfitana? Entonces pesad en las islas griegas. Podéis ir de una isla a otra: desde Santorini, la más romántica, hasta Mykonos, la más fiestera.
Tanzania: Para los más salvajes
Podéis alquilar una cabaña en mitad de la selva y empezar vuestra luna de miel con una total desconexión. Tanzania es un país ideal en el que poder disfrutar de safaris y nadar con delfines en las aguas cristalinas de la isla de Zanzíbar.
Far West: Para los roadtrips
Si no podéis estar en la tumbona cinco minutos seguidos y os va el rollo de dormir en moteles y comer en diners de carretera, la Costa Oeste estadounidense es vuestro sitio. Podréis visitar grandes ciudades como San Francisco y Los Ángeles y terminar celebrando una segunda boda al más estilo Elvis en Las Vegas.
Costa Rica: Para los aventureros
En Costa Rica encontraréis selvas tropicales, volcanes y mucha adrenalina. Comenzaréis la vida de casados deslizándoos en tirolina y practicando snorkel en la Isla del Caño. Y para relajarse, podéis visitar el Volcán Arenal y las aguas termales de Baldi. Ya sabes, pura vida.
Finlandia: Para los más navideños
Si os gusta más la bufanda que el flotador, este es vuestro lugar. El frío y la nieve os esperarán en el país de Papá Noel. Podréis ver la aurora boreal y dar un paseo en trineo de renos por Rovaniemi.
Japón: Para los culturales
Japón alberga ciudades como Kioto, Tokyo, Nara, Nagoya y Takayama, que mezclan su tradición y modernidad junto con la ancestral cultura japonesa. Además, tiene templos maravillosos de curiosa arquitectura, así como su compleja mitología. Otro de sus puntos fuertes es la naturaleza. El Parque de los Ciervos Sagrados en Nava o el lago Ashi en el Parque Nacional Haone os encantarán, al igual que el famoso tren bala.